Los telefonos resonaban en la oficina del inem. Era julio, un julio largo, humedo y asqueroso. En cuarta fila estaba Francisco, un obrero de 47 que habia sido despedido. Frente a él habia un chico de unos veintitres con malas pintas y rastas, una embarazada gitana con dos niños y una vieja que hablaba con el empleado. Le estaba contando noseque de un sobre, estaba retrasando la cola posiblemente por una tonteria de mucho cuidado.
El sudor le recorria la frente, el ventilador del techo producia un sonido hipnotico. Saco un pañuelo y se seco un poco, la anciana ya habia desaparecido devido a un bufido de la gitana. Ahora estaba ella. Otra hora o una hora y media mas de cola. Sujetaba su carpeta con fuerza y nerviosismo. Debia aguantar, si hoy no cobraba y pagaba al casero le hecharian a la calle.
La gitana le enseñaba los niños al empleado, un chico jovencito de unos veinte años. Iba con camisa de manga corta azul y una corbata de rayas granates y amarillas. Tenia cara de desesperacion, debia de ser de sus primeros dias. La gitana le puso a un niño lleno de mocos que lloraba amargamente delante de su cara, el se aparto un poco e intento explicar a la señora que no podia cambiar el paro que le tocaba, pero ella insistia e insistia. Francisco ya habia visto eso otras veces. Se tirarian ahi un buen rato hasta que la gitana se cansase o el empleado llamase a seguridad. Francisco volvio a secarse el sudor de su frente, su pelo engominado para atras goteaba considerablemente. El ventilador del techo seguia con su sonido hipnotico y frente a el la gitana seguia gritando.
Una hora mas tarde la cola volvio a avanzar. Ahora tocaba el turno del rastfari. Este no tardaria mucho, media hora maximo. El tiempo que tardase en contarle todas las opciones que tenia. Miro el reloj, era la una menos cuarto, quedaba un cuarto de hora para cerrar, no le iba a dar tiempo a cobrar, los empleados del inem siempre estan como locos por irse a casa cuanto antes, y ese no era una excepcion, le miro y vio que estaba mirando su reloj y como su cara resplandecia de una felicidad repentina. Solo le quedaba una opcion:
-Disculpa, me dejas pasar?- preguntó el lo mas amablemente que pudo
-¿Que?- dijo el de las rastas con su voz pasiva y lenta.
- Que si me dejas pasar. Queda poco tiempo para que cierren, y necesito cobrar hoy. A ti te da igual venir mañana y...
- Y tragarme otra mañana de cola? enga tu.
- Pero en serio, que es importante que me dejes...
- Que no me ralles la ostia, que paso de tu cara.
Se dio la vuelta y comenzo a hablar con el empleado del inem.
Al cabo de veinte minutos acabaron. El rastafari le dio la vuelta le dirigio una sonrisa maliciosa y salio. El se acerco al puesto, el chico ya estaba recogiendo las cosas
- No disculpe, vamos a cerrar.
- Espere, espere, mire, no necesito ver ofertas, necesito mi paro de este mes entiende, y lo necesito para ayer.
- Lo siento pero estamos cerrando
- Esque no me ha oido? necesito el dinero
- Si, pero estamcos cerrando -dijo mientras se guardaba la pluma en el bolsillo de la camisa- vuelva otro dia.
Apreto los puños, respiro hondo. Intento no perder el control pero no pudo, salto sobre el chico y le agarro de la corbata.
- YO NECESITO EL DINERO AHORA!!!
El ruido hipnotico del ventilador seguia sonando, toda la cola le miraba callados y asustados. El guardia de seguridad tambien, dejo de recostarse y comenzo a caminar hacia el. El que estaba mas asustado era el empleado, que miraba a su agresor con puro panico. Francisco se dio cuenta de que el de seguridad se acercaba y el acerco su mofletudo y sudado rostro al del joven:
- Escuche, si no lo consigo hoy, me hechan, NO PUEDO VENIR MAÑANA LO ENTIENDE, no puedo...
- Creo que sera mejor que se vaya- dijo el de seguridad que ya los habia alcanzado.
El lo miro no queria problemas. Solto al chico y se puso de pie sin dejar de mirar al segurata. Este le pidio que se marchase de nuevo y el empezo a caminar hacia la puerta. Tras de si notaba al segurata. Cuando llegaron a la puerta la luz cego a Francisco, miro a la calle, llena de gente y pensó que esa noche dormiria ahi. Asi que se dio la vuelta y comenzo a pegar al de seguridad que murio al golpearse contra un bordillo.
Fue juzgado en pocos meses. Ahora al menos no tiene que preocuparse de pagar el alquiler...
lunes, abril 10, 2006
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